La cooperación del trabajo social y los movimientos sociales, en especial las organizaciones de mujeres, es una alianza necesaria.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, el próximo 8 de marzo, desde el Consejo de General del Trabajo Social manifestamos nuestro apoyo a las iniciativas y acciones acordadas por el movimiento feminista, al que se han sumado 177 países y más de 300 colectivos en España, y que cuenta con el respaldo y apoyo de las organizaciones sindicales, mediante concentraciones, paros o huelga. Denunciamos que aún en el siglo XXI, la discriminación y la desigualdad que sufren las mujeres en todo el mundo es una lacra que todos los gobiernos deben combatir.
El Trabajo Social es una profesión basada en la práctica y una disciplina académica que promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión, y el fortalecimiento y liberación de las personas. El Sistema Público de Servicios Sociales desde una perspectiva de género refuerza su legitimidad al procurar unos servicios sociales universales como garantía frente a la exclusión social y como alternativa al patriarcado benéfico y asistencialista.
La cooperación del trabajo social y los movimientos sociales, en especial las organizaciones de mujeres, es una alianza necesaria. Es necesario concienciar y movilizar a la sociedad en favor de una cultura ciudadana más igualitaria y donde la discriminación por razón de género desaparezca.
Este año, la protesta de las mujeres en el mundo se realiza bajo el lema “Si paramos nosotras se para el mundo”. Especial relevancia tiene para el Trabajo Social poner el foco en la ética de los cuidados, pues la mayoría (60%, según el estudio ISSE) de las personas que acuden a los servicios sociales son mujeres, y en un porcentaje muy elevado descansan sobre ellas los cuidados de los hijos/as, de las personas dependientes (89%) y las personas que por varias razones no forman parte del sistema productivo, siendo este un trabajo no reconocido ni valorado socialmente.
El trabajo social y el feminismo son la cara de una misma moneda que no es otra que la lucha por la igualdad, la justicia social y los derechos humanos. Solo involucrando a las personas y a los colectivos se puede hacer frente a los desafíos de la vida para aumentar el bienestar social.